Existe un temor totalmente infundado entre los marxistas normales, los ortodoxos y en algunos heterodoxos que todo lo que tenga que ver con la subjetividad es burgués; existe una paranoia a mencionar o hablar de “cambio de subjetividad”.
Pero les diré algo: sin sujeto no hay historia, economía y política; el mundo sería una especie de cuerpo indeterminado sin significado e irrelevante; así que el sujeto, compañeros, sí es valioso.
Pues si no lo hacen, lo de tratar el tema de la
subjetividad, el capitalismo lo hará, de hecho ya lo hizo, por ello más de
alguno —incluso de los grandes marxistas— está luchando para convertirse en un
auténtico burgués consumista y no en sujeto de comunidad sin clase. Progreso
externo sin progreso interno es inútil.
El Ser y el no ser
El Ser es, el no Ser no Es. Esta es la tesis implícita
que impuso el Ser —el colonizador— al colonizado, al no ser. Se expolió lo
mejor que en la tierra colonizada había; cuando digo esto se piensa muy rápido
en los españoles y los ingleses quedan limpios, ellos son igual o peores, pues
poco, en cuanto a cultura, dejaron. Lo de España es más complejo así que no
trato ese tema aquí.
Debido a causas históricas —no naturales—desfavorables
para la América latina, se ubica hoy, gran parte de ella, en el territorio del
no ser. El colonizador no tiene un nombre específico; es cualquier imperio,
nación, país o grupo que roba, mata, atropella y aniquila sistemáticamente a
otro grupo de personas para imponer su mundo, su Ser.
Como es natural su poner, cuando el invasor no tiene
nada más que colonizar, coloniza el pensamiento, la subjetividad y el sentido
común. Por lo tanto se genera una opresión epistemológica y esta es más sutil y
difícil de erradicar. Así que el problema fundamental a mi juicio estriba en la
subjetividad, esto lo sostengo a pesar de que un marxista normal me
ataque.
Aunque se transforme las condiciones materiales, y
esto no lo aceptarán los marxistas normales, esos que creen que sólo ellos
tienen el derecho de interpretar el depósito de la fe de Marx, sin no hay una
ruptura interior fútil será cualquier esfuerzo político y económico.
Si un gobierno revolucionario, o de cualquier otra
ideología, no logra cambiar primero la subjetividad de las personas que están
bajo su liderazgo, que no espere buenos resultados; esto a pesar de que su
mandato sea digno, genuino y efectivo. El cambio de subjetividad es otra forma
de decir la sentencia célebre de Ernesto Guevara: un hombre(y mujer) nuevos.
Mundo
Mundo es la totalidad. Mundo es lo cotidiano, es
aquello que se conoce. El mundo es un momento con sentido del cosmos. Mundo es,
pues, todo aquello con sentido para un sujeto, no es la suma desaforada de
entes ajenos —fragmentados— a la experiencia cotidiana. Con el ser humano
apareció el mudo y gracias a las tecnologías e instituciones primitivas comenzó
a expandirse; hoy es cada vez más complejo.
El mundo no es una construcción subjetiva sólo, mas
una construcción colectiva, pues sin la comunidad aquel sería mucho más
limitado. Se podría entonces hablar del mundo de una persona o del mundo de un
país; por ejemplo, el mundo de Alfonso o el mundo salvadoreño.
Debido a la complejidad y a lo enorme de éste, no se
puede captar de una vez, intuitivamente, sino que es preciso descubrir los
momentos o partes que lo constituyen para tener una opinión más acertada de
aquel. A estas partes o momentos que constituyen la totalidad del mundo se les
puede denominar campos, que son, lacónicamente dicho, espacios de acción.
El mundo como extensión, materialidad o determinación
objetiva, es lo que se entiende por el planeta tierra. Pero éste, sin una
comunidad de personas racionales y conscientes, no existiría en cuanto a ser
una realidad significativa. Sin el ser humano no hay mundo. El mundo es una
realidad abierta, la cual gracias a la praxis humana se va enriqueciendo de
significado y complejidad.
En ese sentido, no es lo mismo el mundo de hace tres
siglos que el mundo actual en el que vivo; se han realizado modificaciones
considerables a la naturaleza y su significado es más amplio.
Desde el primer contacto con el otro mundo, el mundo
indígena fue negado sistemáticamente por los que vinieron a dar el Ser, pues
según su lógica los pueblos originarios no eran; fueron en contacto con ellos.
Llegaron como el Ser, erradicaron el mundo construido en el tiempo y el espacio
por los indígenas e impusieron el de ellos, el que según su horizonte
hermenéutico parecía ser el más real.
No hubo resistencia,
no la suficiente, para detener la invasión extranjera. Se destruyó material y
formalmente el mundo de los que fueron conquistados. Se impuso la subjetividad
extrajera.
Desplazamiento de un mundo por otro
El continente hoy llamado América tenía su propia
visión del mundo, pero esta no se ajustaba a los dispositivos hermenéuticos de
los conquistadores. La actitud y aptitud de los indios no se adecuaba a la
interpretación teológica y filosófica en la que residía su razonar. A saber, el
mundo de los indios, rompía la comprensión cotidiana del mundo; su actitud era
contraria al sentido común de los conquistadores. Dado que ese mundo, ajeno, al
del conquistador no guardaba semejanza con el del dominador, aquel fue negado
sistemáticamente. El mundo indio fue negado, subsumido e integrado a la
totalidad del conquistador; fue nombrado por el dominador. La única formar de
ser aceptado es pareciéndose al conquistador.
América Latina
Actualmente, la población de América Latina no quiere
ser como es, quiere ser como los países desarrollados. Los países
desarrollados, en los que el capital gobierna como amo y señor, son
individualistas y consumistas. En Estados Unidos y otros países capitalistas,
el trabajo es a lo que más se le dedica tiempo todos los días. El trabajo es lo
fundamental. El tiempo para hacer otras tareas queda extremadamente reducido.
El capital demanda tiempo, vida y adoración. Quien no acepte esa lógica,
sufrirá las consecuencias. El ocio productivo es algo que no tiene derecho de
ciudadanía ni de inmigrante en el dominio del capital.
Bolivia, de la
extrema pobreza a la estabilidad económica
Bolivia y Haití eran los países más pobres del
continente americano; antes de que Evo Morales llegara al poder Bolivia era
extremadamente pobre y periférica. Sin embargo, Bolivia con Evo Morales
experimentó un crecimiento económico considerable. Es interesante, esto ocurrió
en su mandato: “según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe
(Cepal), la economía boliviana se incrementó un promedio de 4,9 por ciento cada
año, por lo que se convirtió en el país sur americano que más incrementó su
Producto Interno Bruto (PIB) durante 2018, con 4,2 por ciento de aumento”. Su
éxito, durante gobernó, es irrebatible, redujo la pobreza en la nación en un 25
por ciento y la pobreza extrema en 23 por ciento desde 2006. De ser un país
subdesarrollado, se convirtió en un país sostenible y con un nivel de vida
aceptable.
Brasil y Luiz Inácio
Lula da Silva
El éxito de Lula en Brasil fue indiscutible. “En 2010,
Lula dejó su segundo mandato con 80 por ciento de aprobación, 7,5 por ciento de
crecimiento económico y un salario mínimo 54 por ciento mayor al de su primer
Gobierno” . Instituyó planes sociales que realmente fueron efectivos: entre
ellos se podrían destacar "Bolsa Familia”, “Mi Casa, Mi Vida" y el
plan "Más Médicos”. Todos estos planes beneficiaron a la clase trabajadora
y los estratos sociales más olvidados de ese país.
Mas todo ese bien que experimentó este país no fue
suficiente, la gente brasileña terminó eligiendo a un hombre que es un
reverendo ignorante en el campo de la política, la economía y en el religioso.
Es de extrema derecha y un auténtico fundamentalista religioso; en fin, un
enemigo declarado del campo científico, el genuino no el cientificista.
Ecuador y Rafael
Correa
Rafael Correa tuvo un éxito enorme, pero confió
demasiado en la buena voluntad de Lenin Moreno. Él, con una perspectiva
socialdemócrata, dirigió al país en dirección al progreso, diferente al
progreso capitalista y diferente al propuesto por el marxismo ortodoxo. Con
gran determinación decidió no pagar la deuda externa. Esta medida fue muy
revolucionaria y ciertamente benefició a las mayorías. Pero, al terminar su
mandato su ex amigo Lenin Moreno, quien mientras convivía con Correa mantuvo
una actitud de camaleón, tomó el poder, pero de ser parte de la tesis que
representaba Rafael Correa se constituyó como la máxima antítesis del trabajo
de aquel; y se dejó arrastrar, como vil indigno, por la lógica del capital. Sin
duda un ejemplo para no confiar ciegamente en la amistad política.
El Salvador
En El Salvador el partido del FMLN llegó al poder por
la vía democrática, mas no representó ni encarnó de manera suficiente los ideales
fundamentales que su partido pregona. El frente no es que no haya hecho algo,
pero lo que hizo no fue suficiente.
El cambio que esperaba la clase obrera y la inmensa
cantidad de personas exteriores al sistema político y económico del país, que
no tienen ni el privilegio de ser explotados en alguna fábrica u otro trabajo
indigno para generar plus valor. Lo que resintió de manera definitiva a muchos
de los que votaron por ese partido es que no hizo la diferencia, siguió la
misma línea neoliberal de ARENA.
Sin embargo, según nuestro enfoque, aunque el FMLN
hubiera hecho lo suficiente, probablemente en nada hubiera cambiado, la gente,
al final como sí lo hizo, hubiera votado por alguien como Bukele, pues ya
adoptaron los criterios de la zona del Ser, los países desarrollados, es decir,
consumismo e individualismo bárbaros. Es inefectivo sacar a un país de la
pobreza sino se le transforma su subjetividad.
Se dice que: “si la población mundial viviera como los
australianos, se necesitarían 5,4 planetas Tierra más; si viviera como los
estadounidenses, 4,8; como los suizos, surcoreanos y rusos, 3,3. Incluso países
menos desarrollados como Brasil (1,8) y la India (0,8) consumen un exceso de
recursos naturales” (TELEMUNDO, 2016).
Los tres países ya mencionados, Bolivia, Brazil y
Ecuador tuvieron gobiernos ejemplares y con empatía por las grandes mayorías.
Pero al final, en Brasil eligieron un auténtico burgués y fundamentalista
religioso. Lo mismo ocurrió con Evo, gran parte de su gente se volcó contra él,
y lo de Ecuador es una evidente tracción política.
A modo de conclusión
Sacar a un país de de la pobreza, como sí lo hicieron
éstos presidentes mencionados mientras estuvieron en el poder, no es
suficiente. El alcanzar un mejor nivel de vida en términos materiales no es la
única manera de asegurar una revolución auténtica; es preciso y constitutivo a
ella un cambio radical, como toda revolución, de subjetividad al mismo tiempo.
La subjetividad o el sentido común de nuestro tiempo es consumista e
individualista; queremos comunidad.
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